Modo mundial 6

Quiero decirte, si alguna vez lees esto, que vos jugaste el partido y lo jugás todos los días a mí lado. Buenas noches.

Modo mundial 5

Dolina es un capo y se ha cansado de decir que hay que creer. Coleridge y los heroes. Y está bien. Hoy mientras venía para el trabajo vi mucha gente con la camiseta de la selección de futbol Argentina. Me emocionó particularmente una viejita canosa que era llevada por la que sería su nietita. Caminando bajo el sol por la avenida con unas bolsas de compras. En el trabajo trajeron un tele y lo más seguro es que a las tres de la tarde voy a rajar para acomodarme y esperar a que se hagan las cuatro. Pienso que diré en cualquier momento del partido: 

-Dejen sentar a esa pobre vieja por el amor de Dios, ándale chingada madre.

Modo mundial 4

 Medio cansado todo el mundo ya del mundial. Partidos pedorreros, entradas carísimas, basta enceder la tevé y observar las gradas para comprobarlo. Plata, plata, plata. Pareciera que todo se resume a eso. No hay nada que decir ante eso. El mundial terminará y alguien habrá cosechado un fangote y otros habrán gastado un buen toco. Estamos hablando de fortunas. El otro día del partido viajé sentado, se ve que todo el mundo había calculado salir antes o se habían quedado en la casa para salir despues. Al llegar a Consti la gente estaba agolpada y solo se escuchaban gritos sueltos de lamentos aislados. Efervescencia. Luego silencio.

Modo mundial 3

Quizás eso de la busqueda de la gloria pueda ser un poco serio, bastante. Pero hay que intentarlo. Becket dice: fallar una vez, volver a fallar mejor. Quién no se equivocó alguna vez, quién no falló alguna vez, acá todo el mundo vio lo que pasó. Y no pasó nada, el mundo sigue, la vida sigue, el mundial recien empieza, todo recien empieza. Hay guita en juego, si, hay guita en juego. Pero de quien es esa guita. Vamos, a revertirlo, si no, no pasa nada.

Modo mundial II

 Como ya todo el mundo empieza a repetirse yo tambien, y si hay algo que repito todos los días es prender el celular a cada rato y gugliar noticias sobre la selección. Es increible como el cansancio llegó a todos lados, y hay varios jugadores que son mandados a casa para que otros mas frescos los reemplacen. Error, todos estan cansados, hasta los jugadores que tienen plata para descansar. Doble error, nadie que tiene mucha plata descansa tanto, sino que hay una necesidad inherente a seguir siendo productivo. Entonces vivimos así, a mil, atr, jugandonos el todo por el todo, otros con no tanta plata cuando llega el momento de cobrar, o tal vez si, pero que enseguida se le esfuma. Y volvemos a la rueda, saliendo a trabajar, yendo a estudiar, a parrandear, viendo como hacer para llegar al otro fin de mes por haber despilfarrado la poca plata que se tenía desde el vamos para este. Y a eso sumemos la algarabía de ver correr a 22 pelotudos millonarios como si eso fuera vida o muerte. Es la vida y es la muerte. Las dos juntas.

Modo mundial

 Es peligroso declarar ante quien sea: estoy en modo mundial. Guarda con eso. Porque tambien estan los mala onda que dicen: cuando la selección me pague el alquiler, la comida, ahi les presto atención. Son modos. Pero es cierto que abunda la estupidez. La gente se pone extraña cuando empieza el mundial. En el tren compré cuatro paquetes por quinientos pesos pensando que eran figuritas y a la final eran cartas. En el trabajo tengo un vaso AFA. Con mi papá todos los días nos mandamos mensajitos diciendo vamos selección, vamos lo otro, que tenemos una maquina, que tenemos un fierro, que este es nuestro, que este se nos dá. Me metí no sé como en un grupo de whatsapp que se llama la Escaloneta. Hace poco, caminando por la peatonal, vi a un loco sentado que gritaba y hacía gestos de puño redoblado entrando y saliendo: dale Messi, cogéte a la mina Messi, cogéte a la mina Messi. Así de extraño.

Dormir

 Ahora que se viene el Mundial, la Copa del Mundo, quizás sea un buen momento para ponernos a pensar qué es lo que queremos hacer. O si vamos a seguir en la efervescencia mundialista cada cuatro años sin que nos importe nada. A nadie le sorprendió por ejemplo, la lista de la selección del país. Ninguna sorpresa. Y nosotros enloquecidos. Nadie dijo un carajo, qué estamos, todos locos. La gente está dormida. Yo también, peor, voy a seguir durmiendo.