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domingo, 31 de mayo de 2020

Ya nadie leerá a Bioy Casares

"La gran llanura de los chistes."
                            Osvaldo Lamborghini

Esta mañana me levanté con el recuerdo de un sueño raro. Si bien todos lo son, en este me encontraba en el aula de clases dentro de una casa en la que divisaba una mesa y una silla de comedor con sus frutas sobre la mesa y otra gente sentada que hacia de estudiantes. Y lo raro venia a continuacion. Una compañera levantaba la mano y contaba una dificultad que tenia para poder expresarse. Entonces yo, que nunca falto en los sueños, me puse a escribirle-ahi en el aula mientras todos se iban- una declaración de amor, porque esa compañera siempre me habia gustado pero nunca se lo habia dicho. Es mas, tuve oportunidad de besarla y todo porque ella me lo pedia pero yo le decia que no por pudor porque ella se levantó de la mesa y se acercó a donde estaba solo yo y atras qurdaron las amigas riendo. Le hubiese dado el beso y a la mierda. Pero los sueños son represiones que uno tiene por la vida de mierda que nos obligan a llevar. Luego me volvia a encontrar a esa chica en lugares solitarios. Antes de entrar a la facultad, ella cursaba algebra a las 7 de la mañana y yo estadisitica, (lo que quiere decir que yo habia adelantado y ella no) y yo me sentaba en el banco en el que ella esperaba que se hiciera la hora y hablabamos cosas que se me pierden. Otra vez nos encontramos en un colectivo y ella vestia de jugadora de futbol. Muy hermosa. Yo volvia de la facultad. Volvimos hablando todo el camino de cosas que tambien se pierden y cuando ella bajaba pensaba yp que tambien me tenia que bajar. Y todo esto era un sueño. No puede ser. Asi que en la escuela estaba en el sueño de vuelta y le intentaba escribir la confesión de mis sentimientos hacia ella pero mi expresión era vacía, vacua, no me salia nada. Veia la pagina en blanco. Desperté. QUÉ SOMOS EN LA VIDA DE OTRAS PERSONAS? SOLAMENTE NOS CRUZAMOS(Ribeyro) UN TIEMPO CON UNAS OTRO TIEMPO CON OTRAS? HAY QUE APOSTAR.

Si no leyeron a Bioy Casares (lean a Pedro Mairal) o no saben quien es, sepan que de el se puede aprender mucho. Su monumental obra llega a su cuspide con su Borges, donde cuenta a modo de diario su relación con su amigo a full. Es en los cuentos, en lo que Piglia llamó formas breves, donde explota mejor está cuestión.

Esperando a Paulina
El cuento de Bioy Casares trata sobre el pensamiento.
Comienza el autor hablando a través de un personaje.
 Cuenta de su relación de amistad y amorosa, con una mujer llamada Paulina, basada en proyecciones y particularidades tan propias de las relaciones como atesorar un caballito de juguete de recuerdo. Juega Bioy, con la reescritura de Tantalia de Macedonio Fernández, donde los protagonistas cuidan una plantita como símbolo de lo mucho que se quieren, y cuando ven que la plantita se les está muriendo, van al vivero y la cambian por otra para renovar sus votos. El personaje del cuento de Bioy hace lo mismo, pero su lucidez y sus premoniciones equivocadas no le dejan lugar a actuar. A su vez que se da cuenta de que su amiga está enamorada del escritor que el mismo le presentó, (nota para un cuento: a los escritores no hay que presentarles a nadie porque son una calaña de miserables) entonces el personaje del cuento de Bioy huye a otros horizontes donde aspira a olvidarla. Según otros lectores es un estudiante que tiene una novia que maneja mal los recuerdos(primeras impresiones maravillosas)
Quiere olvidar todo, pero de Paulina no puede olvidarse. Pues para colmo habían tenido el día de su partida una despedida algo fría, que fue la clave del cuento. Para mostrar como se actúa mal en los momentos decisivos.
Entonces cuando el personaje regresa, empiezan las confusiones. Al principio, tiene un sueño en el que Paulina se le presenta y le toma la mano, etc. Entonces luego averigua sobre Paulina y se entera del asesinato de esta. A manos del escritor. Justo el día en el que el personaje se había ido.
Termina el cuento dándole vueltas a ese asunto.
Entonces Bioy piensa todo como un remordimiento de Paulina hacia lo que no fue. Pero un tramo de lucidez le dice que no. Y luego le vuelve a dar vueltas nuevamente se mete en el pensamiento del escritor devenido preso y piensa todo como un complot de el hacia el personaje, que le propaga un pensamiento de lo que pudo haber sido.

Es curioso pensar a Bioy asi, justo el de quien se dice que no perdio el tiempo en cuestiones amorosas, como Picasso cua do se casó con su modelo de 35 años cuando el tenia mas de 70. QUE HACER.

C-U-A-N-D-O C-A-E-R-E-M-O-S en la cuenta de que en realidad la cosa no fue. Y punto. ES AHI QUE HAY QUE HACER EL CLICK. PARA SEGUIR. CLICKI.
Entonces hay que seguir.

Adiós a la amistad

Dedico este texto a mi amigo Hormigonio, poeta, músico, artista experimental.



Dicen que si querés viajar a cualquier parte del país y no podés hacerlo en avión, tenés que ir a Retiro y preguntar. Eso cuando todo era supuestamente normal y podiamos salir a la calle. Ahora todo eso ha cambiado. Allí estaba Juan Kutruly luego de una semana que había empezado tranquila hasta volverse caótica. El lugar en donde estaba sentado escribiendo estaba lleno de palomas y de gente y de ruidos de gente hablando y tensión.
Ayer se había reunido con su mejor amigo el poeta Soto, autor de dos libritos de poemas que de magnitud desbordante y caótica no habían podido dar el salto de lo que literariamente se esperaba del mismo. Porque Kutruly decía, mientras caminaban por la Avenida Corrientes:
-Tenés que tensar más el arco de la poesía.
Y ahí Soto parecía no escucharlo porque Kutruly se ponía a monologar y a exagerar hasta llegar al Nobel.
Hacía un rato que se habían juntado en Constitución para ir de librerías y Soto contado los pormenores de su relación menage a trois con dos estudiantes de filosofía llamadas Victoria, de 18 años y Yamila, de 29, contando especialmente sobre ésta última algunos pormenores muy interesantes que Kutruly se reía sin parar. Al salir de Constitución y atravesar los molinetes, un sujeto los abordó y les pidió si por favor no tenían algo de plata porque le faltaban $50 para poder viajar a su Bahía Blanca querida. Soto se los dio y continuaron caminando hasta bajar al subte y tomarlo. Ya en Corrientes, entraron en una librería y salieron ilesos de la misma con un botín de tres libros actuales: Castellano Moya, Bukowski y Sábato. Fueron a otra librería y salieron con Jane Austen, Sábato nuevamente y una antología de poesía inglesa. Continuaron caminando y hablando filosofía hasta que los abordó un sujeto que vendía medias. Kutruly salió del paso rápidamente. Y entraron en otra librería. No pudieron salir con nada porque un vendedor les hizo marca personal. Decidieron parar en un Mc Donal’s para pensar y continuar conversando. Subieron al segundo piso y notaron que el lugar estaba vacío; pronto iban saber por qué.
El relato se dispersó en los forcejeos de Kutruly con su tesina que lo había excedido, al desviar y centrar-más bien fingir- sus fuerzas hacia el taller que habíale permitido su entrada a la cárcel. Le contó a Soto quienes eran cada quien del taller y le contó lo perdida que tenía que estar una persona para poder ir a un taller como ese a las 9 de la mañana cada jueves . Soto, en su postura derechista, infería que en el taller no laburaba nadie. Entonces le contó cambiando el tema, de sus desarrollos sobre Unamuno, y las lecturas de Borges y Cortázar y Ferrater Mora como ejes principales de su investigación. Kutruly hacía que lo escuchaba, porque tenía en mente la reunión a la que lo habían invitado las dos coordinadoras del taller a una reunión en un Starbucks, para hablar sobre su desempeño en el taller, y cosas con las que Kutruly había comenzado a delirar desde que se le avisó de la reunión. Antes de salir de casa hacia Consti, una de las chicas le había mandado un mensaje de que no podría ir, pero que fuera con confianza que la otra chica si.
Misterio, dijo Soto, trampa, incendio.
Espero que no sea humo, quiero caer en la trampa, arguyó Kutruly, sin saber que había argüido.
-Quiero caer en la trampa y terminar en su casa.
Soto rió mucho cuando Kutruly empezó a contar sus sospechas y empezaron enseguida a conjeturar sobre la reunión que eso comenzaba a tomar forma de cita amorosa. Luego hablaron sobre viajes y sobre personas y cuan valioso era eso, ambas cosas. Tierra, macetas de mil pesos.
A la salida del Mac, negaron a un vendedor de la revista Hechos de la forma más displicente, compraron garrapiñadas, vieron a un tipo leyendo Deleuze mientras fumaba un cigarrillo, y fueron hasta el lugar de la reunión, pero tardaron en encontrar el Starbucks. Un personaje secundario los guió y Soto dijo: A la mierda los personajes secundarios.
Volvieron a la boca del subte A y se despidieron y Kutruly le pidió que a Soto que fuera a verlo caer en la trampa y empezó a contarle el final de la trilogía de Batman de Christoper Nolan.
Ahí se perdieron y Kutruly entró a la reunión y Soto se quedó mirando desde la esquina hasta que se cansó y se fue a casa.

Pero Soto no se fue sino que hizo cosas que el narrador de este relato no sabe como contarlas por miedo a que el amigo se enoje. Además hoy dia Kutruly no sabe nada de su amigo porque están peleados y ambos se creen poetas y ya ni saben ni por qué.


Negros mirando Blade Runner

Este texto está dedicado a la memoria de George Floyd.



I-La dolce Vita
Tuve una pesadilla en la que veia como un hombre mataba a otro por un puñado de dolares y huia con el-yo lo llevaba- hacia la estación del tren y la cosa era que no ññegabamos mas y encima veiamos patrulleros de policia cerca del lugar y de nosotros a cada rato. Me desperté pensando en la pelicula de Fellini, aquella que trata sobre el hombre que vende su alma al diablo para triunfar como periodista en un mundo de locos. Me desperté todo transpirado y asustado.
Cuenta Carlos Correas el dia que Marcuse fue a conocer a Sartre, tal encuentro se produjo en la casa de Sartre -lo había organizado un intermediario, una especie de manager que los conectó, donde el manager le dijo a Sartre que venía Marcuse y si lo podía recibir. Sartre le contestó que no había podido leer ni una sola página de lo que había escrito Marcuse pero que igual lo iba a recibir, así que se reunieron por el bien del pasado y presente de Francia. Marcuse salió del encuentro encantado porque le había quedado la sensación de que Sartre era lector suyo. Parafraseando la frase de Fogwill.
Creo que hasta hace poco me pasó lo mismo que a Marcuse pero a la inversa con el tema de la música heavy, a la cual no le había prestado la suficiente atención pero aún así creía conocer. Es una música en la que todo se combina a favor del ruido y el desorden y la desconexión. No me gustaba. No me preocupaba. La dejaba ser, consciente y vanidosamente de que era una música en extinción, obsoleta. Nada más errado para dar cuenta de mi equivocación.
Borges dice, en el primer ensayo de Otras Inquisiciones que todas las formas tienen su virtud en sí mismas y no en un “contenido” conjetural. Esto implica, como bien lo postuló Benedeto Croce, que todas las artes aspiran a la condición de la música, que no es otra cosa que forma. Gombrowicz, un artista de vanguardia polaco que estuvo varado en Argentina, no estaría de acuerdo con esto y nos instaría a buscar la No-forma, consciente de que las muestras que el academicismo trae para decirlo siempre todo sobre todo son eso, son todo y a la vez nada. Ahi está la conexión con el sueño que tuve. Aquí es donde esto se parte.

II-La pesadilla tétrica
Nunca me gustó la musica fuerte. Ni siquiera la musica me animaria a decir. No tengo oido musical. No entiendo las letras. No entiendo lo que dicen. Lo que tocan. La infinidad de generos que existen. Que una persona diagrame su vida o su tiempo de ocio o una forma de expresión en base a eso, me parece tetrico. Hay miles de formas de bailar pero la que te conmueve es una sola. ¿POR QUÉ NO OTRAS FORMAS?
La música heavy metal es otra cosa que la búsqueda de formas y relaciones entre autores. Es una especie de resistencia y superación del rock tradicional opacado por las esferas del mercado. En una palabra: ser heavy es peligroso. Lo más seguro es el rock. Pero como no estoy seguro sobre lo que digo, investigo en google y ahí me dicen que NIN pertenece a un género entre la revolución del punk y la explosión de la música disco. Claro, había quedado escondido. Si la música disco fue la superación y el rap fue la superación de la música disco, es lógico que no haya llegado a NIN, por ejemplo, por vías comerciales.
NIN muestra una cosa: a esa banda no se llega como se llega por los algoritmos. Se llega porque se la encuentra. Una caterva impresionante se desprende con eso. Marilyn Manson, Radiohead, The Cure, The Smashing Pumpkins, Tool, Mariqueen Maanding, Depeche Mode, y más hasta llegar a David Bowie, Peter Gabriel, y Johnny Cash. NIN parece ser relevante en una leve supremacía: Trent Reznor.
Constantes fueron sus criticas a las empresas que manejan el negocio, al gobierno que ejerce el poder, y asi se fue ganando enemigos y a Trent Reznor eso pareció poco importarle. Si bien siempre estuvo esa dicotomía, esa discrepancia entre hacer lo que amaba o lo que el mercado reclamaba, Reznor dice haberse jugado por lo primero. Y es al dia de hoy que la banda funciona y no. Porque en el estacamiento que la industria detectó en el género, buscando la superación con otros como el disco, el pop, el rap, y kpop y ahora el trap, Reznor sigue buscando y creyendo en la potencia de su música. Nadie hay más que Reznor que no crea eso. Y aquí volvemos al primer tema: el tema musical y de la forma.
Volvamos a Borges.
“La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo nos dijeron que no hubiéramos debido perder. Siendo eso que está por producirse o quizás no, el hecho estetico.”
Pienso en eso todo el tiempo luego de escuchar NIN. Y pienso tambien en los reclamos de los negros. Eternos reclamos. Y no solo veo lo que pasa ahora, sino lo que pasó por ejemplo con Martin Luter King. Y a pesar de que deberia ser distinto, se produjeron manifestaciones y disturbios y tensiones muy similares. POR QUÉ? ES ESTA LA PREGUNTA QUE DEBEMOS HACER? A QUIEN LE VA A IMPORTAR ESTO?
Ayer el metal, el rock, hoy el trap, el rap. Nos vamos poniendo tecnos. El hecho estético es el reclamo por alzar la voz de una epoca que no deja de ser el mismo de todas las epocas.

Ciorán y los domingos

Mi viejo compró un equipo de música JVC que tiene una altura de 1 metro y es parecido de alguna manera a mi hermano y a mi, y eso me molesta, me dijo un amigo escritor llamado Juan Kutruly. Un amigo que deambula por las universidades sin encontrar rumbo. Esto es claramente un síntoma de la soledad que atraviesa su padre, y así como hay gente que para palear la soledad tiene una mascota o una planta, hay quienes compran algo electrónico para el mismo fin. Claro que esto no se lo dije sino que me lo guardé para ver si podía escribir sobre ello en alguna oportunidad. Emile Ciorán nació en Rumania en 1911 y murió en Francia en 1995. En el medio se hizo filósofo y pesimista, aunque el objeto de este ensayito sea el de refutar esa falacia cliché estereotipada con la que se denomina a un filósofo que padeció, como todo el mundo, su época.
Ciorán es un aguafiestas, un gruñón, un maldito, un lúcido, un despiertamentes, un tipo escéptico que no cree ni en sí mismo ni en nada ni nadie. No lo invitaría a comer ni le presentaría a mi mujer, porque Ciorán es malo. Esa es la premisa de la que se parte cuando se lo lee y cuando se lo interpreta. Pienso, con todo respeto, que eso es una equivocación. Un vecino saca la basura y ese simple hecho es capaz de hacer aparecer a toda la masa Ciorana que deambulando por las facultades dándoselas de académicos no solo en contra de ese vecino que saca la basura, sino de ese sistema que fomenta la desaparición de la basura por las noches cuando nadie ve hacia un lugar que nadie va. Escondamos la basura y mientras leamos a Ciorán. Desde Louis Ferdinand Celine(autor de Viaje al fin de la noche, lectura ferviente de los beats, de Jim Morrison, de los surrealistas) hasta Michel Houellebecq (el autorstar del momento), todo el mundo que surge no sale de Ciorán. Todo el mundo lo nombra. Todo el mundo lo cita. Lo plagian hasta el cansancio. Y Ciorán no buscaba eso.  Cuando la verdadera lectura que debería hacerse es esa. Ciorán da armas para emanciparse.
En la dificultad de no caer en lo dicho ni en el estereotipo, es que no puedo dejar de hablar del hermano de Juan Kutruly, el equipo de música JVC. Es un equipo color negro, última generación, que puede hacer reventar una casa con solo encenderlo y darle candela. Da la música que de seguro Juan Kutruly no debe dar. Es una bendición que a mi amigo le haya ocurrido esto porque lo pone en estado de incertidumbre, en estado de máxima tensión. JVC ha llegado a la casa para ponerle onda, para integrarse. Ciorán integra todo.
Parte de nadie pero en realidad parte de Diógenes y Epicuro y llega hasta Camus y Sartre, pasando por el alemán Oswald Spengler, con el objeto de barrerlos. Ciorán quiere posicionarse como el filósofo francés, pero su condición de bastardo lo ubica en los cenáculos oscuros de la academia, para que nadie lo encuentre. Es ahí que repite el paradigma Kantiano y pasa gran parte de su vida entre las paredes viendo como los demás son admirados y él no. Esto es vital para su filosofía y lo hace único. Como Kafka, su éxito se condena a suceder luego de su muerte y sus lectores surgen en otro tiempo. Que bendición, escribir así.
Mientras tratemos de bailar, de leer, de estudiar, de salir y volver a entrar, tengamos una vida austera. Métanle, ustedes son Cioranistas y así creen, todo el tiempo. Describan una escena que vivan y nómbrenlo a Ciorán, porque está en todas. Úsenlo a su favor. Tengo poco que decir sobre el tema. Debo leer a Ciorán. Cuídense de  los “sorias”, como diría Laiseca, que están y estarán en todas partes, por los siglos de los siglos. Lean a Saer, a Haroldo Conti. Tambien y por qué no a Jose Pablo Feinmann, Osvaldo Soriano, El negro Dolina, Dal Masseto. Lean las columnas de los viernes de Juan Forn. Lean lo que los escritores escriben sobre la vida, que no es tanto ni mucho. Los dejo, voy a sacar la basura. Pasenla joya. Rezo por ustedes. Amén, como decía el tío Leonard en esta canción:



El futuro


Cuando se levantó esa mañana, Evaristo Achita, notó que el vagabundo Zanahoria con el cual había pasado la tormenta ya había perdido su apariencia. Entonces le dejó la sabana que le había prestado sobre un carrito como el que hay en los supermercados y salió disparado a enfrentar el día. La primera persona que asaltó fue una vieja que volvía de comprar el pan. Apenas le alcanzaba para comenzar el día. Así que entró en un almacén que un viejo amigo le había recomendado porque dentro del almacén había carga virtual y ahí si que salió con un botín mas importante. Que pedo, se dijo, cuando vio a Mármol, un hermano del camino que se encargaba de la estación Constitución. Junto a Mármol había otros dos sujetos de apariencia descuidada.
-Estos dos me laburan los trenes antes, y después me vienen a ayudar de querusa- arguyó Mármol.
Y vos, le preguntó con toda la curiosidad Evaristo Quinsada, que para esa altura del dia ya había dejado de tener nombre y había pasado a ser parte de la sociedad no deseada.
-Te podría preguntar lo mismo, guachín, vos donde laburás, ¿No querés laburar conmigo en los trenes? Después seguimos en Constitución-contestó Mármol.
Evaristo Achita pensó que con lo que había hecho ya le alcanzaba, así que prefirió evadir con elegancia la propuesta del Mármol, sujeto que metía miedo por donde se lo mirase. Evaristo se subió al tren y fue hasta el Once a comprar mercadería. Volvió para la zona de Consti y ahí ya estaban trabajando Mármol y sus secuaces en una escena que solo Evaristo podía detectar entre toda la gente que circulaba para hacer sus quehaceres. Se tomó el tren y ya en el mismo, siempre espiando que no hubieran vendedores al acecho, empezó a ofrecer lo que tenía. Como nadie le compraba se bajó en Lomás, porque ahí iba a haber ese movimiento de gente que su oficio requería. Sin embargo, prefirió alejarse de la multitud y llegó hasta un barrio alejado. Un cartero se avecinaba. Al cartero no se le roba, le había dicho su amigo Zanahoria. Entonces notó que la podía hacer. Y la hizo. Escapó con la bici del cartero y todas sus cartas en dirección a Temperley.
Dos chicos conversaban con un pila de libros cuando Achita llegó hacia ellos. Se presentó como un cartero que estaba vendiendo medias. Pero los chicos hicieron como que no lo escucharon. Achita insistió. Ahí fue que lo cagaron a  trompadas.

Entonces le preguntaron a Leonard, sobre lo sucedido y Leonard esto dijo:
¿Qué opinión le mereció la muerte del poeta?
Ya era muy difícil hablar de él sin calumniarlo en su momento. Y acá no vamos a hacer leña del árbol caído. Su vida fue un ir y venir. Un detenimiento. Un tomar distancia. Un envión. Una llama, y el apagón de esa llama. No se cuál es la magnitud de la misma. A cuánta gente le gustó su poesía, o por lo menos, llamó la atención. Primero porque no era un poeta que decía ser poeta, era una persona común y corriente. Segundo, porque era un amigo, y bueno, como  a toda la gente que es amiga, cuando muere, uno tiende a recordarla bien.
Fuera de eso, ¿Cuáles son las consideraciones acerca de su obra?
¿Fuera de qué?
De que se haya considerado el poeta un hombre común y de que haya sido su amigo.
Ah, eso, bueno, es una apreciación mía. Y era amigo porque era amigo. El otro tema es más abarcable. Con todos los poetas que ha habido, pensarse a si mismo como poeta es un gesto de vanidad, creerse poeta. Yo le preguntaría siempre a esa persona tantas cosas. Pero volviendo a la obra del poeta, creo que por momentos hay poesía. Una poesía rara. Tengo presente cada libro porque fui su amigo, pero en cada libro hubo un momento por lo menos de poesía en el que me dije: si, acá. Y después por ahí esa sensación se disipaba. Como si el poeta no hubiera querido que nadie se entere de que eso era poesía. Y entonces enmendaba con lo demás, tal gesto.
No entiendo, ¿Usted dice que el poeta simulaba ser poeta?
No, digo que hay momentos de la obra en que parece poesía lo que no lo es  y no parece lo que lo es. Ahí el poeta. Pero esto, viejito, es una apreciación personal.
¿Podría señalarnos algún poema para tener una mejor visión al respecto?
Te voy a pedir prestada la antología, y buscaremos al azar, a ver. Miremos este fragmento:
Árbol sobre mi cabeza/, sostente un poco más/ déjame arrojarme desde ti, tranquilamente puede decir algo, como no decir nada. Bueno, en este gesto, que implica una acción, ahora que ha pasado el tiempo, veo poesía en una palabra. Y en como esta está dibujada, ¿me explico? La palabra es “sostente”, segunda persona del singular del imperativo afirmativo de sostenerse. Con el tiempo uno deja de vivir poéticamente y se convierte en alguien formal. Por no decir un viejo choto. Quizás el poeta, en ese poemita de juventud, vio algo de eso y puso esa palabra. Una forma de decirle a la juventud que se iba, sostente. O a la juventud que venía, sostente. Quizás haya sido un accidente. Bueno, no estaríamos conversando vos y yo.
Coincido en ese aspecto, se podría hablar de la obra del poeta como una primera etapa de juventud con un estilo tardío. Una segunda etapa de estilo caótico. Y una tercera de fortaleza.
Bueno, quizás sea un poco apresurado pero si. El último estilo, si así vamos a llamarlo, es una consideración, un vestigio de algo que todavía no podemos ponerle casilla. Se podría pensar como la etapa donde verdaderamente hay poesía que trasciende. Pero las verdades, querido amigo, no se si trascienden.
Usted se refiere al concepto de Nietzsche y la ficción.
Si, pero también a lo que pensaba el poeta al respecto. Le interesaban, dentro de lo tanto que le interesaba, el concepto de verdad. Y de cómo esta podía ser puesta en duda a cada momento.  Eso de creerse ficción  se lo creía. Y teníamos largas charlas sobre el tema. Ahora que murió, podríamos decir que obra trascendió, pero para quién, ¿no? Todo indica que es una palabra pantanosa que molesta. Y tal vez una equivocación a priori. Pero mierda, estoy hablando como un académico. Bueno, en cierta forma es para rendirle homenaje a mi amigo el poeta. Teníamos muchas diferencias.
En concepciones estéticas.
Si, yo pensaba que la poesía era mierda que molesta. Y el pensaba que la poesía era la exaltación del ser por la palabra. Dos concepciones totalmente opuestas. El era un poeta...
Un poeta feliz.
Si, como lo fueron pocos. Y acá entramos en otro terreno. Siempre estuvo la idea de que la persona que escribe es sufrida, llorona, resentida, despreciable. Y ha habido ejemplos de que no. Como Cortázar. Aira. Kurt Vonnegut. Gente que ha enaltecido la poesía para bien.
Casualmente esa es gente que no escribe poesía.
¿Y eso quiere decir que no hay poesía en lo que escriben?
¿Cómo sería eso?
Mi poeta preferido, y esto es ponerme a decir cursiladas, es Nicanor Parra. Un tipo que no le hacía asco a nada para decir que eso tranquilamente era poesía. Eso debe hacer un poeta. Hacer que el árbol no crezca torcido. Aunque nos moleste. Baudelaire es eso. Es difícil, hasta yo no entiendo lo que dije.
El poeta, cree que hizo eso.
¿Entenderse a si mismo? En algunas partes si. En otras no. Como toda persona que ha hecho carrera en la poesía. Pero no creo que la poesía sea eso. Sino mas bien todo lo contrario.
¿Considera que el poeta quedara en la historia de la literatura argentina?
No lo se ni creo que eso le interese ahora ni nunca al finado poeta.
¿Cómo era su relación con el en estos últimos tiempos?
Por correspondencia, estoy haciendo lo posible con la gente de la editorial para ver si eso se vuelve publicable.
¿Por que cree que se haya suicidado?
Descreo que haya sido suicidio porque como dijo Macedonio Fernández, el suicidio ha vuelto genio a cualquier mediocre, y mi amigo sabia eso a rajatabla.

Es curiosa la manera que dicen que se fue Leonard al otro mundo en el medio de una partida de poker, levantandose de la mesa discretamente sin llamar la atención. Confiando que sus amigos no revisarían que juego se traía entre manos.

martes, 26 de mayo de 2020

Intento de moeta

Holas Kutru, espero que te encuentres muy bien. 

La gente se va y por eso te escribo para pedirte disculpas por el extravío de mis límites. Supe por nuestra extraña desconocida Yoli de tu paradero. Ya es un signo vital que la hayas hablado y no mandado al re carajo. Son tiempos recios y muy duros. Las correspondencias marchan bien. Un tal Lucas destella literatura y mucha experiencia. Hormigonio me mostró sus incursiones musicales muy experimentales. Sofía siempre tan encantadora. Y Yiley siempre en el misterio que ronda lo Narciso y lo contrario. Reina todo tipo de sensación en esto que te envío y entenderé cualquier consecuencia que esta correspondencia suscite. Ah hermano, el trecho que recorrimos juntos de alguna manera es historia y permanece. Quiero decir: sospecho, intuyo que aún estás vivo, en medio de la oscuridad, pero vivo y todavía, quién iba a decir, desafiante. Leyendo. Escribiendo. Pero sobre todo leyendo. Buscando poesía. Buscando gente que escriba o lea poesía. Buscando voces en las calles desérticas. Bueno, no nos pongamos estupendos.

Te cuento que estoy terminando Crimen y castigo y El corazón es un cazador solitario, de Carson Mccullers. Por eso te escribo. Para agradecerte por haberme dicho que tenia que leer esas novelas. Ya tengo al lado Los hermanos Karamazov. Y cosas de John Cheever y ya. 

Despues continúo con intentos de actualidad. 

Estoy terminando el manuscrito de lo que falsamente llamé El proyecto, robandote ese título. Pero todavia no tengo el nombre definitivo, ni tampoco pasé nada a la máquina. Está todo disperso en cuadernos que se fueron llenando sin que me diera cuenta. Creo que se hundirán. Aparecerás como personaje con el nombre de Kutrulnikov en un capitulo llamado Los días del dólar. 

Te mando un abrazo y te doy un texto que descubrí en esta etapa que pienso podria ser de tu agrado. Poeta chileno, de Alejandro Zambra. 

Obviamente podes pedirmelo en los comentarios y te lo paso por mail. (; 

Un abrazo, viejito.