Dolina es un capo y se ha cansado de decir que hay que creer. Coleridge y los heroes. Y está bien. Hoy mientras venía para el trabajo vi mucha gente con la camiseta de la selección de futbol Argentina. Me emocionó particularmente una viejita canosa que era llevada por la que sería su nietita. Caminando bajo el sol por la avenida con unas bolsas de compras. En el trabajo trajeron un tele y lo más seguro es que a las tres de la tarde voy a rajar para acomodarme y esperar a que se hagan las cuatro. Pienso que diré en cualquier momento del partido:
-Dejen sentar a esa pobre vieja por el amor de Dios, ándale chingada madre.
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