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viernes, 26 de octubre de 2018

Tormenta

Era una de esas noches malas, oscuras, ventosas, en que comenzaba a ocultarse, de a poco, la luna; los coches, destartalados, raspaban las calles rotas, y la intensidad del viento hacía que circulasen con precaución.

Cuando por casa de su madre, cayó, como peludo de regalo, el poeta de los fierros, Luis Oscar. Trabajaba en una metalúrgica. Y se había peleado con su pareja actual.

Pidió permiso a su mama para pasar la noche. Dormis en la cama de tu hermano, que salió de gira, le dijo su madre. Luis Oscar se acomodó.

Se sintió como en su casa, se bañó.
Le contó a su madre sus problemas, que sus hijos seguían sin hablarle, que se le había roto el coche, y que se había peleado con su novia por un gatito. "Tipo grande", fue lo único que le dijo su madre, y lo dejó solo ahi en el living. Hundido en el sillón con su resaca.

Se puso observador. La perra de su madre llamada Luli, le gruñia al gato Silvestre cuando este queria acercarse a cargosearla. "¡Fuira!", gritó despacito él y todo problema se divisó. Se puso cómodo. Tuvo tiempo para contemplar el ambiente delicado de una mujer grande. Su mama sabía de estética.
Un libro de Ezra Pound estaba sobre la mesa ratona. Leyó el primer poema detenidamente y lo dejó en donde estaba. Debajo había uno de Katherine Mansfield y otro de Hebe Uhart. Una lágrima le cayó sin que se diera cuenta. Pero creyó que era debido a su trabajo de soldador y se secó con una servilleta. Prendió la televisión y puso netflix. Peliculas de amor, series vistas hasta el primer capitulo. Se levantó del sillón y caminó hasta la cocina. Se hizo un té, necesitaba calmarse, ya se había pegado una vuelta por el bar "El último trago". Se sentó en el sillón con el té en la mano. Y empezó a tomar el té, caliente. Fue ahí cuando se fijó en su celular, que le había traído más quilombos que la mierda. Y atomizó.

Envió el mensaje de texto para romper el hielo.

-Hola Chiche, podemos halar...Él estado¿es para mi?
Ella le contestó:
-Si. Hablemos pero sin discutir porque ya estoy cansada y muy angustiada. Ya encontre tu bateria y el paf q te olvidastes.
-Estoy sin auto. Se rompió el semi eje, viene hacer, arranca, pero no giran las ruedas. No sé, mañana me lo compra mi hermano con la targeta.
-Uuuu.y sale caro areglarlo?
-Bueno. Almenos tiene solucion.
-Vos como estas de la precion? tomas los remedios?
-Mal y bien. Si. Tambien tomo otras cosas. Vos pensas k yo no sufro x lo nuestro, no hay más nada k hablar.
-Por qué sos así?
-No sé, xk ahora sos libre y podes hacer lo k se t antoje.
-Yo tambien estoy sufriendo. Estoy re mal.
-Yo tambien, pero vos parece que no, tampoco comi, pero ya se me va a pasar...x lo menos desde las 8 k estás en línea, con Kien, para eso estás bien.
-Te equivocas Luis Oscar. Estoy muy mal y no tengo ganas de nada. Ni como. No se q me pasa. No tengo animo ni de levantarme de la cama. Vos almenos tenes a tu familia q te contiene.yo no tengo a nadie. Estaba hablando con mi prima Jimena.
-Ya está me voy a dormir, vos nosé k vas hacer, xk mañana me levanto temprano para arreglar el auto.
-Bueno veo que tenes ganas de seguir peliando.
-Chau asta mañana k descanses.
-Disculpa. No te molesto mas. Que descanses.

Pasaron unos minutos y él siguió conectado, y ella tambien. Y él veía como ella hacía que le escribía y dejaba de hacerlo. Tambien, veía que seguía en linea y eso le dio por las pelotas. Afuera, en la calle, ya se oían los vientos que acechaban con mas fuerza. Y las ramas de los arboles se quebraban presagiando tormenta. Fue él quien volvió a hablar.

-Y seguís en línea, con Kien, a lo largo, decís en el estado, ¿es para mi? Seguis hablando con tu prima, o primo sera.
-Basta Luis Oscar con los celos. Yo te respeto aunque no estes a mi lado.
-Y no me contesta, lo k pusiste en el estado, es para mi.
-Estoy hablando con mi prima. No te olvides de tomar  los remedios. Cual de todos los estados?
-El séptimo.
-Si. Lo puse por vos. No sé que nos está pasando. Te extraño, ¿por qué no volvés?
-No sé, yo tampoco entiendo. Mañana cuando arregle el auto amor hablamos keres. Estoy muy triste por todo. No entiendo que nos esta pasando.
-Yo ya no tengo ganas de seguir viviendo. Parece que el mundo esta en mi contra. Me siento muy sola. No le encuentro sentido a la vida. Estoy cansada de sufrir.
-Sí amor tenés razón hoy vino una de mis sobrinas a lo de mí vieja y le dijo a mi vieja una gran verdad.
-Lo unico q te digo es q  fuistes y sos muy importante para mi. Sos el unico hombre q ame, y deseo que siempre me recuerdes y me lleves en tu corazón. Yo se que no valgo nada y q tengo muchos defectos pero nunca nadie te va a amar ,cuidar y respetar como yo, porque mi amor es puro e incondicional. Lo la muerte de Lucía me hiso muy mal. Mi hermano Kutruly q se fue a vivir a España. Mi mamà Amanda q ya no la voy a poder ver mas y vos que me tratas mal. Ensima no tengo trabajo y todo me va mal. Me hicistes muy feliz y  gracias por todo lo que me distes aunque no lo merecia. Y te pido perdon por todas la veces que te hice renegar incluso con el gatito ahora. Perdon por todo.
-Mañana hablamos amor keres. Tenés mucha razón amor y no te quiero perder vos sos todo para mi.
-Pase lo que pase quiero que siempre recuerdes lo bueno de mi y que seas muy feliz porque vos te lo mereces. Te amo con todo mi ser.

En llamas, él no esperó hasta mañana. Ni a que le repararan el coche. Ni a pedirse un remis. Le dijo adiós a su madre y le dijo que cualquier dia de estos la visitaría como en la época de buenas nuevas. Le dijo que ahora era tiempo de tallar y que todas las cagadas que había hecho de a poco las iba a solucionar. Agarró una campera que había en la pieza de su hermano y se la puso. Con decisión, se encaminó hacia la puerta, dispuesto a ir a arreglar las cosas con su amor.

Sale Luis Oscar, tal vez con temor, dispuesto a empaparse, en medio de la tormenta.

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